Resumen

-lavar-y-guardar-mochilas

1. Elimine la suciedad después de cada caminata

Cada vez que regrese de una caminata:

  • Vacía completamente tu bolso
  • Abra todas las cremalleras y déle la vuelta para eliminar toda la suciedad.
  • Complete la limpieza cepillando la tela con un cepillo suave para eliminar el barro seco y la suciedad.

 Una vez al año:

  • Utilice una aspiradora para eliminar la suciedad cuando haga una limpieza de primavera al principio o al final de la temporada cuando prepare su bolso para limpiarlo con agua y jabón.
  • Lavar a mano con jabón muy suave. Después de una temporada de caminatas y sudoración, tu mochila merece una limpieza profunda para restaurarla.
  • Para garantizar que los tejidos conserven sus propiedades (especialmente la impermeabilidad, muy importante para proteger el contenido de la bolsa cuando llueve inesperadamente), te recomendamos no lavar a máquina, secar en secadora, limpiar en seco, planchar ni blanquear tu mochila. La forma más segura de lavar tu mochila es a mano. Para limpiar tu mochila a mano, te recomendamos utilizar agua tibia con jabón y un cepillo. No dudes en dedicar más tiempo a los tirantes, a la correa de la espalda y al abdomen y a todas las partes que están en contacto directo con el cuerpo. Enjuague bien con agua tibia.

2. Deje secar naturalmente después de cada caminata

La etapa de secado es fundamental después del lavado con manguera. Sin embargo, este es un paso que debe incorporarse a su rutina cuando regrese de caminar . En esencia, tu transpiración puede estar en la bolsa o podría haber estado en la ducha. en ambos casos el método es el mismo. Abra todas las cremalleras, retire las partes desmontables (el respaldo ajustable, por ejemplo) y deje que el bolso se seque en un lugar seco y alejado de la luz solar directa. Si puedes, cuélgalo boca abajo. Evite colocar su bolso cerca de una fuente de calor directa, como un radiador, de lo contrario corre el riesgo de dañarlo.

3. Reimpermeabilización cuando sea necesario

Después de algunos años de uso, renueve las propiedades hidrófugas del tejido utilizando un spray «impermeabilizante». Es fundamental limpiar a fondo tu bolso antes de aplicar un tratamiento impermeabilizante o repelente al agua.

4. Almacenar en un lugar seco

Por último, guarda tu mochila en un lugar seco para evitar la formación de moho. Evite guardar en el sótano y opte por un armario. Cuélgalo o déjalo plano en lugar de vertical. 

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